
Los conservantes tienen “la culpa” de alergias, terremotos, el cambio climático, del hambre en el mundo y de todas las desgracias pronosticadas en la Apocalipsis. Se les ha demonizado, se les ha puesto la etiqueta de “químicos malos”… E incluso han salido productos cosméticos libres de parabenes, la razón por la que han salido estos cosméticos no es porque sean malignos, si no porque se da al cliente lo que quiere. Se le da desodorantes libres de aluminio o cosméticos libres de parabenes.
Pero ¿son necesarios los conservantes? La respuesta es un SÍ rotundo. Y volvemos a la mayonesa (nuestra emulsión favorita). Si yo hago mayonesa en mi casa la consumo en las siguientes horas porque se me puede contaminar, pero si compro una mayonesa en el supermercado me aguanta días. La razón: los conservantes

Pero, ¿por qué son necesarios los conservantes? Porque como ya os he dicho en otro artículo, los cosméticos son emulsiones. Toda emulsión lleva fase acuosa y es esa nuestra “pura” y “natural” agua la que se contamina. No carece de lógica, ya que en el agua se supone que surgió la vida y es un ambiente muy cómodo para todo tipo de “bichos”. ¿Por qué el agua que nos llega a nuestras casa tiene cloro? Pues no es un capricho, no es para que sepa mal a posta si no para garantizarnos su salubridad.

Seguramente habréis comprado algún cosmético “sin conservantes”, pero esto tiene truco. Si tu quieres que un cosmético sea estable en el tiempo y que el cliente no se encuentre una colonia de moho cohabitando con el ácido hialurónico (que tan caro nos ha costado) y la baba de caracol, tiene que llevar algo que lo “preserve”. Muchas veces hay cosméticos que se formulan con un “extra” de alcohol para que no proliferen microorganismos. Entonces te puedes encontrar un cosmético que no lleva conservantes, pero tienes un extra de alcohol que está actuando de conservante per se. Otras veces se echa como conservante el ácido cítrico (el que tiene el limón. Aunque no se exprime un limón sobre el cosmético como si fuera una merluza a la plancha).

Hay otros cosméticos que yo los llamo “cosméticos tomate”. Esto de “cosmético tomate” es denominación mía, no es un tecnicismo. Me hace mucha gracia, cuando te venden una lata de tomate triturado en estas ferias ecológicas y te dicen: “no tiene ni conservantes ni colorantes”. Hombre, sólo faltaba, ni el de la tienda tampoco. El licopeno es un poderoso antioxidante que lo tiene el tomate de manera natural y es el que le da el color rojo. Por tanto, una lata de tomate no tiene conservantes, porque se conserva él sólo.

Hay cosméticos a los que no se les hace control microbiológico porque no hay nada que contaminar, porque carecen de fase acuosa, como por ejemplo, los polvos. Los polvos compactos, sombras de ojos, coloretes no llevan fase acuosa y no se contaminan. Otro ejemplo serían las barras de labios que no lleven fase acuosa, de lo que hay que preocuparse en una barra de labios es de que no se enrancie, no de que contamine. Pero cuando he hecho control microbiológico a los cosméticos de estos bazares chinos, la fauna y flora que habitaba en los polvos es de película.

Volviendo a los parabenes, estos son los conservantes más famosos y a todo el mundo les producen urticaria. El metilparaben, etilparaben, propilparaben y butilparaben sólo con nombrarlos parece que estás lanzando una maldición. Pues deciros que los parabenes que se utilizan son totalmente seguros porque los únicos parabenes que dan problemas son los parabenes de “cadena larga” (esto significa que tienen muchos eslabones de carbono), pero los que os he presentado son de cadena corta. De hecho, el de cadena más larga tiene sólo 4 eslabones de carbono.
Pero existe un conservante que es el rey de los reyes y es el: “Katón”, bueno como ya a estas alturas ya leéis la composición INCI de los cosméticos es algo que aparece como “isotiazolina” o algún derivado de este nombre. Es el mejor conservante de todos, abarca un gran rango microbiológico y es garantía segura que en vuestra crema no vivirán intrusos. Sólo presenta un problema: alergias. Deciros que no se utiliza en formulaciones para bebés o pieles reactivas. Es muy buen conservante, pero sí que es cierto que puede dar problemas de sensibilizaciones.

Para concluir, deciros que no hay que tener miedo a los conservantes, que los parabenes que se usan en cosmética son de cadena corta y seguros. Que si un cosmético se publicita como que no lleva conservantes es que “otra cosa” tendrá para que no se estropee. Que sí que es cierto que el Katón puede estar dando problemas, pero no a todo el mundo y si no os da alergia este componente os aseguráis un cosmético en perfecto estado en el tiempo.

Y que gracias a los conservantes podemos disfrutar del gel de baño, de la pasta de dientes, de la gomina y de nuestra crema favorita sin tener que comprar cosméticos de tamaños reducidos para que nos duraran poquitos días y que con conservación el frigorífico. LA QUÍMICA NO ES TAN MALA. Y para “conservarnos” jóvenes, limpitos y aseaditos… USAD COSMÉTICOS.

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